Una y otra vez hemos sido testigos oculares de cómo la tierra o la humanidad llegan a su final, aunque no de manera real sino con ciencia ficción en el cine. El tema del apocalipsis, el fin de la raza humana y la inevitable destrucción de la vida por sí misma, son los argumentos más recurrentes en la última década de este siglo.
Un personaje pionero en este género es precisamente George A. Romero quien desde su debut representa toda una institución en cuanto a el argumento zombie del cine. Cintas como  The Night Of The Living Dead (1968), la cual fue rodada en blanco y negro, y utilizó efectos especiales de bajo costo, por ejemplo usando jarabe de chocolate como sangre, The Crazies (1973) que recientemente tuvo un remake en este año que en México se tituló El Día Del Apocalipsis, y hasta Dawn of The Dead también con un Remake que vendría en 2004, son algunas de las cuales han dado cabida a tratar con temas como este.
Una característica que comparte The Night Of The Living Dead y Dawn of The Dead, es la falta de un principio en la historia, los films solo nos presentan la situación de como alguien sobrevive o muere, respectivamente, la invasión zombie, a diferencia de The Crazies en donde el papel del porque se es zombie  es mayormente protagónico que los personajes.
 En paralelo, basado en el argumento del fin de la humanidad por desastres naturales, tenemos a Roland Emmerich (mi tocayo), con películas como Independence Day, donde la vida extraterrestre  decide que el 4 de julio es un buen día para arrasar con la tierra y todo ser viviente, The Day After Toorrow, una de las primeras cintas que trata el tema del derretimiento de los casquetes polares como consecuencia del calentamiento global: y la genial 2012 que no solo fue la primera que materializo las leyendas sobre el Calendario Maya, Las profecías de Nostradamus y el calendario mesoamericano de Cuenta Larga, también incluye de una excelente manera una conspiración del gobierno respecto al tema, la creación del Institute for Human Continuity en donde solo las personas que pudieran pagar serian las elegidas para continuar con la vida en el planeta.
En paralelo, basado en el argumento del fin de la humanidad por desastres naturales, tenemos a Roland Emmerich (mi tocayo), con películas como Independence Day, donde la vida extraterrestre  decide que el 4 de julio es un buen día para arrasar con la tierra y todo ser viviente, The Day After Toorrow, una de las primeras cintas que trata el tema del derretimiento de los casquetes polares como consecuencia del calentamiento global: y la genial 2012 que no solo fue la primera que materializo las leyendas sobre el Calendario Maya, Las profecías de Nostradamus y el calendario mesoamericano de Cuenta Larga, también incluye de una excelente manera una conspiración del gobierno respecto al tema, la creación del Institute for Human Continuity en donde solo las personas que pudieran pagar serian las elegidas para continuar con la vida en el planeta. Es así como pasamos a una cinta que se puede considerar muy fuera de época, Pandorum, que con el pretexto de repoblar un nuevo planeta nos presenta un thriller psicológico y las mutaciones que sufre la raza humana, víctimas de los efectos de viajar durante un largo tiempo en el espacio.
Otras cintas citables como La guerra de los Mundos, Exterminio, Resident Evil (en septiembre sale la 4), El día que la Tierra se Detuvo, Presagio y Terminator, complementan un menú sobre las ideas antes presentadas, haciendo del cine Apocalíptico un genero de culto.
 


 
 
 
 
 
 
 
 
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